sábado, mayo 28, 2005

La colonia

Ricki tenía un pingüino, Coco, en su ciudad natal, Comodoro Rivadavia. Todos los días le daba de comer una ración mínima, pero el pingüino con eso se conformaba. Se sentía a gusto.
Cierto día, Coco entró en desesperación. Sus amigotes de la colonia se estaban yendo, de a poco. Que hacía demasiado calor, que faltaban pingüinas. Buscaban otros horizontes. Y el pobre Coco se deprimía. Hasta que un día se quedó solo en la colonia. Ricki, para consolarlo, compró un muñeca pingüina inflable. Claro que no era lo mismo, pero Coco se adaptó, hasta el día en que la muñeca pingüina se pinchó. Inmediatamente, Ricki se puso un jaquet y una remera blanca. Abrazó a Coco y aquella noche durmieron juntos en la playa. Fueron felices para siempre.

No hay comentarios.: