sábado, octubre 27, 2012

RADIO PASILLO

Él se da aires de superado
en la oficina cree ser el eje
él piensa ser genio
pero es sólo mi jefe

Se codea con los grandes
se codea con los doctores
nunca da una negativa
siempre dice sí señores

Ordena siempre a todos
pero a no todos reclama
nunca a las empleadas mas bellas
que quiere llevarse a la cama

Nunca sé su paradero
el otro dia casi lo agarro
estará de reunión de jefes
o metiendo la mano en el tarro?

El respeto y la moral
es lo que pide y sostiene
nunca falta una secretaria
que le sobe bien el pene

Se enoja a veces conmigo
él pone la voz en alto
no es que yo sea un ejemplo
por lo menos nunca falto

Él es quien me felicita
los bonos pone de carnada
tendré cuidado si me ve
que me mando una cagada

El del segundo es agrandado
el del sexto un enfermito
no puedo ya soportarlo
siempre que los veo vomito

En el ascensor es un caballero
él posee ese don
con las chicas se regodea
mostrando su smarphone

Espero que les haya gustado
en familia ud escuchará
espero que tambien mi jefe
le mando saludos desde acá

jueves, octubre 18, 2012

Pecados capitales


Nuestro amigo salió del cajero
y pasó al lado de un pobre
"No me moleste señor", le dijo
y guardo los billetes en un sobre

Más tarde fue a almorzar a un restó
aunque comer no le hacia falta
pidio una ensalada completa
y devoro hasta el centro de la palta

Fue a hacer un trámite al banco
en la fila alguien quiso colarse como nada
él lo encaró inmediatamente
y le bajó los dientes de una tropada

Al trabajo fue finalmente
de eso el siempre hacia alarde
es que como ahí no hacía nada
llegaba temprano y se iba tarde

Su hermano era exitoso con las mujeres
no por nada le decian el conejo
a nuestro amigo le gustaria ser como él
seria lo contrario a mirarse en el espejo

Compró el Clarín ese día
leyó las noticias, fue breve
después fue directo a los clasificados
a consultar el rubro 59

El tipo era cabeza dura
no aceptaba otra opinión
este es el último pecado
mejor poneme una canción

Periodistas


Llego el dia. Al fin tu primera nota y vos ya estás mas que preparado. Te sabés la discografía completa de memoria. y en qué año salió cada uno de los discos. Y cómo olvidar aquella vez en televisión! El Madison Square Garden repleto y el tema para aquella banda de sonido que gano el oscar...
Pero entonces se te explota la burbuja y caés en la realidad casi hasta desmayarte.
Este tipo al que vas a entrevistar no tiene discografia, bibliografía ni nada terminado en “ia”. Apenas tiene una vaga historia que vale lo mismo que una moneda de 5 centavos. Pero lo importante es que se puso en pelotas en la casa de Gran Hermano. Entonces vos, el informante, tratas de sacarle el jugo a esta situación que tanto alimenta al público en general. Algunos son beneficiados con ese salto a la notoriedad repentino. Otros despliegan su pasado de semifamoso para inventarse una vida. Otros usufructúan a un celebre pariente.
Y del otro lado está el que se divierte cuando publicas esa foto que mira hojeando la revista sobre la tapa del inodoro salpicada.
A todo esto, al tipo cuando le preguntan lo que hace el responde con una con sonrisita berreta: “ojo, soy periodista”.

Primavera




Venías por la ruta, tranquilo. Te habias tomado una medida de Jim Beam, pero tranqui, digamos que la dejabas llevar bien. Las cejas reposadas, la vista no forzada y el viento acariciándote la pelada.
Te bajaste del pony, viste el pasto reverdecer cual alfombra de una cancha decente, digamos La Bombonera.
Las flores que se abrían y volvías a la época en la que el Rosedal era bancado por YPF. El arco iris surcaba la casa de tus pequeños ponys. Las estrellitas doradas y sus estelas. Y sus estelitas tambien, por qué no?. El cielo estúpidamente melanco a lo “You´re beautiful” de James Blunt que alguna vez le dedicaste a tu enamorada. Los colibríes tocaban una suave melodía. Las nubes tenues que te hacían estallar de alegría. Pero por sobre todo hay algo que te tiene intrigado.
“¡Que tiempo de mierda que hace en primavera, la verdad” . Salis de tu casa abriagado y al mediodía hace calorcete. No sabés bien como vestirte y menos sabe el de TN. o el de CN23, que para el caso da lo mismo. La primavera es de esas minas que salen en remerita. O los tipos esos en camisita. Y las minas con abrigo que pasan. Y otros abrigados similares a un mono negro. Es un electrocardiograma permanente y sin fin. Alfajores Blanco/Negro. Boca/River. AC/DC. Pero si se llama “El” “tiempo”, es masculino te decis”. Pero bueno a veces hay cosas que pasan. Y pones esos pronombres ridiculos como “El sarten” o “LA” Tota Santillán. Ridiculeces como esas, pero te das cuenta que ésta es la única estaciçon femenina.
¡Que viva la primavera!

Placeres culposos




Llegaste a tu casa en silencio y dejaste tu mochila ahí, prolija sobre el sillón. Tenías puesta la remera de tus adorados Joy Division. Despacito sacaste el disco y le diste play con los auriculares puestos. Después miraste a la chica de la tapa. El disco era ¿Dónde están los ladrones? de Shakira, que te empezó a gustar por el tema “Ciega sordomuda”.
En ese preciso momento apareció tu novia y te preguntó por qué lo compraste si siempre decís que la música latina es “una mierda insoportable”.
Y ahí mismo te acordaste de aquella vez que ibas caminando por Corrientes y te detuviste en una disquería.
Sonaba La Oreja de Van Gogh y enfilaste hacia la puerta del local porque querías saber de quién era ese tema. Le preguntaste a un muchacho que tenía un tatuaje de AC/DC en el brazo derecho, lo que en un principio te hizo acordar al de Andrés Calamaro y Julieta Cardinalli.
El pibe te miró fijo y se le hincharon los ojos de sangre, y echando llamaradas de fuego desde las pupilas te dijo que no tenía la menor idea de cómo se llamaba la booosta que estaban escuchando en ese momento.
Después de un segundo silencioso, vos recordaste las sabias enseñanzas y decidiste salir a tomar aire a lo Ravi Shankar.
Cuando volviste a tu casa te bajaste la discografía completa de La Oreja de Van Gogh, aunque por precaución la dejaste guardada en un rincón muy muy secreto de tu compu.

Charlie




Esto de los Guns and Roses es tremendo. De los miembros originales, hoy sólo queda uno. Ya para Use your Illusion, (su album doble del 91) la banda se estaba  desmantelando. Quedaban sólo 3 integrantes de la formación original. Eran duff mkagan en el bajo, slash en la Gibson y axl rose en los chillidos. Los fui a ver al gallinero la primera vez que vinieron. Fue un circo. El Axel que se movia como un gusano de un lado a otro. Las calzas yankis. La pelambre rubia de Duff. Las corridas imposibles de punta a punta del escenario. La galera de Slash El culo de Slash.
Slash es amigo de Charlie Sheen y lo acompañó en el Roast de Comedy Central con el que homenajearon al actor el año pasado (2011) y él le devolvió el favor mandándose un discurso en la entrega de la estrella de la fama al guitarrista este año (2012) y sólo por eso tengo unas ganas locas de ver al morocho africano ese. El único temita es que solamente quedan entradas para El Teatro de Colegiales y no es barato al menos para mí. El año pasado en el mismo lugar la entrada tampoco era barata pero al menos hubo reunión con Lemmy de Motorhead. Este año, en cambio, no hay reunión ni con León Gieco, y te venden el CD/DVD con la entrada, a la friolera de 750 mangos que, según el INDEC, sirven para comer 125 días, por lo que si querés vos y 2 amigos más, con esas entradas solitas para ver a Slash en El Teatro y disfrutar en casa su nuevo CD/DVD, morfás un año. Igual, me parece que me voy a ver al negro nomás, porque no se puede vivir sin comer, pero menos se puede vivir sin el rock’n’roll.

Pizza por Lavalle


Caminaba por Lavalle una noche de calor. En Pizza Roma hice un stop. Y ahí vi tu porción. Me tentó; sólo dije “Eh, chica! Sí, tú, la de la sonrisa, no me das un trozo de tu pizza? Pero no hubo respuesta. Todo en ti fue indiferencia.
Decepcionado, al kiosco de revistas me dirigí. La revista Hombre estaba allí. La pedí. El kiosquero me dijo que era la última y estaba reservada. Uy! Qué cagada! Pensé en ti.
Tenía una sed asquerosa, me dieron ganas de tomar gaseosa. Eh! Cocacolero! Y me dejó una coca chiquita de ocho pesos sin pajita que bebí hasta el fin. Eructé, miré el envase vacío y pensé en ti. Sí, otra vez en ti.
Salí a buscarte! Me recorrí todo Lavalle! Esquivé al pizzero, al cocacolero y a las estatuas vivientes atropellé.
Llegué al final de la peatonal, doblé esa esquina infernal y allí te encontré, pero para qué? Estabas sola y con las manos vacías. Restos de queso colgaban de tus encías. Pero sin tu porción, sin tu sonrisa ya no pienso más en ti. Nunca más en ti.