martes, agosto 01, 2006

Combinado

Domingo soleado. Mucha gente caminando por Avenida Santa Fe. Ocurrió en el paseo de compras Alto Palermo. Los empleados de uno de los locales de Musimundo, de pie en sus puestos, y acostumbrados a ver los partidos del mundial de reojo en los televisores de plasma y LCD que brillaban en las vidrieras. En el ambiente se escuchan viejos, aunque vigentes éxitos que podrían sonar todo el día en una radio de música ochentosa.
Aquella tarde Graciela, de 44 años, salió de compras con dos de sus revoltosos niños, aprovechando el descuento de 15 % que le ofrecía su tarjeta de débito. La primera escala fue en una casa de ropa para niños donde Gra, como le decían sus amigas del barrio, eligió unos conjuntos para cada uno de sus chicos, aunque a Gonzalito, el menor, no le gustó ninguna de las prendas que con tanto cariño había elegido su madre para él. Por el contrario, Florencia, su hermana, estaba encantada con la ropa del local, al punto que le rogó a su madre que le compre además un buzo rojo con una “F” grande, en motivos escoceses.
Luego fue el turno de la cadena hamburguesera Mc Donald’s. El lugar estaba repleto de padres con sus hijos, y de parejas adolescentes en plan austero y con un paladar no muy exigente, claro está. Allí, Gonzalito, sentado cómodo y feliz junto a su cajita ídem, estaba a punto de probar su hamburguesa. En eso, se acercó el payaso hamburguesero más conocido como Ronald Mc Donald, ofreciéndole un globo a cada niño. Gonzalito lo miró con desdén, y le dijo, casi a los gritos:
- ¡Eh, Ronald! ¡No tenés mujer y siempre andas con los chicos! ¡Sos igual que Michael Jackson!
A todo esto el payaso sólo mostró una risa nerviosa, y acarició la cabecita del niño, para luego retirarse a otra mesa, y sin dejar globos.
Graciela frunció el ceño y reprendió a Gonzalito, exigiéndole que se disculpe, y prometiéndole un cono combinado de postre, como el que ya tenía su hermana. La madre lo llamó a Ronald por su nombre para que se acerque, y le dijo que Gonzalito tenía algo que decirle.
Al acercarse, el niño lo miró y luego le arrebató el Mc Cono combinado de vainilla y dulce de leche a su hermana para arrojarlo sobre el pálido semblante de Ronald.
A todo esto, el payaso no tuvo reacción. Muy sorprendido, sólo atinó a deslizar un "Eso no se hace...", para luego correr al baño a higienizarse.
La hermana de Gonzalito, reclamaba por su cono combinado, en tanto que Graciela lo tomaba bruscamente de la oreja para llevárselo del lugar.Por la noche, en la soledad de su monoambiente de Once, Marcelo, ya sin su disfraz de trabajo, dejó rodar unas lágrimas.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Decime que eso paso de verdad, por favor, decime que si!
ya te veo con tu mccafe presenciando la escena. besos

JJ dijo...

no fue precisamente este el caso, pero cualquier cosa puede suceder en un mcdonalds. solo hay q aguardar alerta con un libro y un mccafe en mano! Saludetes!

Anónimo dijo...

Best regards from NY! » » »