lunes, julio 11, 2005

Súper-ración.


Los llamaban los “Sábados de Súper-ración”. Era el día en que todos ellos (chicos bien de Belgrano), se juntaban en casa de la siempre cálida Vicky a disfrutar los banquetes que compraban con lo que recolectaban de sus casas.
La cosa era más o menos así: Todas las mañanas los padres de cada ¿criatura? les entregaban unos $10 en concepto de viáticos y almuerzo para el día escolar. Pues bien, de ese dinero cada uno ahorraba lo que quería o podía, según la distancia y comodidad que implicaba el viaje hacia el colegio de cada uno (algunos viajaban en el 60 diferencial con aire acondicionado), y cómo les pegaba el hambre al mediodía; había días en que invitaban a una chica o chico, otros en que se compraban un paquete de Lucky 10. En síntesis, con el sobrante, ellos se juntaban para los “Sábados de Súper-ración", en casa de Vicky (como ya se expuso anteriormente). Cada uno hacía su aporte al pozo común, y alquilaban videos para acompañar el banquete, aunque había sábados donde no había video, y se ponían a jugar al Estanciero (con animalitos de plomo), al Simon o al Ludo Matic, todo comprado en La Bond. También cada uno llevaba su disco de la semana, la novedad o bien la curiosidad que habían bajado de Internet, y votaban por el disco más interesante, cuyo proveedor era eximido de poner guita para el pozo de la semana entrante.Fue uno de esos sábados donde Ricky, de cabellos largos y enredados como una virulana tuvo su primer acercamiento en materia sexual. Pues, ¿Como fue? No tengo ni la menor idea, PERO la pasó bárbaro y se sacó toda la leche. Después merendaron.

1 comentario:

Anónimo dijo...

qué lindo